Siguiendo la famosa sentencia de Aristóteles en la Poética de que "el arte es siempre
mímesis de la naturaleza"...
Para Platón el artista puede crear copias exactas (icásticas), que reproduzcan el contenido de la realidad sensible y, por tanto, limitarse a una inútil duplicación del mundo fenoménico, que sólo imita las ideas; la mímesis es solo la apariencia sensorial de las imágenes exteriores de las cosas, que constituyen el mundo opuesto al de las ideas. El pensador entiende como mímesis la reproducción o repetición del aspecto de las cosas, y cree que el pintor o el escultor, al imitar al hombre, no crean otro hombre parecido, sino su imagen. Esa imagen pertenece a un orden distinto al del hombre real, pese a sus semejanzas; el artista crea una imagen irreal parecida a la realidad.